Por lo visto, el marido tenía a su mujer tan excitada que estaba dispuesta a meterse cualquier agujero con tal de descansar, así que se buscó a un vecino, al que se folla periódicamente en su presencia. Al mismo tiempo ella se desinhibe por completo, y da en el culo, y en todas las rajas que él le pide, porque su gran polla le gusta a fondo, a juzgar por sus gemidos, incluso más que a fondo.
Se la folló muy bien, la figura de la rubia es muy buena y gime muy seductoramente. Pensaba que el vídeo sería aburrido, pero no, estos dos han probado tales poses, hasta el final no he podido arrancarme. El negro, desde luego, sabe cómo manejar a sus compañeros de piso, sobre todo a ese tipo de compañeros. El final es lo que más me ha gustado, ha merecido la pena ver este vídeo.
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