¡Qué familia, ya te digo! Mamá, mientras limpiaba, se dio cuenta de que su hijo tenía una erección matutina. Es normal para esa edad. En lugar de fingir que no pasaba nada, llamó a su hija morena y le pidió que ayudara a su hermano. Al final, ambos quedaron satisfechos y la madre se alegró de que la paz volviera a reinar en la familia.
Toda hija tiene que aprender a tener sexo. Y es bueno cuando los padres son comprensivos al respecto. Su padre intentó enseñarle por la vía fácil, pero su madre dijo que ella sabía mejor cómo chupar y contonearse. Decidieron no tocarle el culo todavía, pero le enseñaron buenos modales en el coño y en la boca. La madre resultó ser una hábil maestra y enseñó a su hija la técnica correcta. ¡Qué familia tan maravillosa!